Será cierto que las manos forman las palabras? Como cántaro ansioso del que beberemos. Como caricia en cada hueso.
Con los brazos en cruz. La cabeza hacia el Oriente. Como si fuera uno más de los muertos del desierto. De los muertos tartamudos del desierto. Lejos del mar. Lejos del camino que permite el regreso.
Los brazos en cruz. La cabeza hacia el Oriente. El rezo lejos del mar.
El murmullo crece. Murmullo tartamudo del desierto.
Pero el mío es paisaje de ríos y de otoños, de luz que se filtra por las hojas. Paisaje de aire.
Paisaje de abandonos.
Los ríos son también la tumba secreta. Violencia de ramas y lodo que se arremolinan. La cabeza hacia el Oriente.
Podría recordar ahora alguna imagen lejana. Podría, tal vez, hablar de la piel en el instante en que entra al agua, del temblor, de las huellas en el cuerpo. De los vestigios de un tiempo ajeno en las tribulaciones de la lengua. En el balbuceo que me deja sin nombre. Podría, quizás, añorar el desierto.
Tartamudas son las venas que me alejan de la arena. Los brazos en cruz. Las palabras que me faltan. La piel que tiembla al entrar al agua. El murmullo crece. Vestigios.
A lo lejos suena una sirena, ladra un perro. El mundo es el que es aunque las palabras se ahoguen en el quiebre. Aunque no haya ríos. Ni otoños. Aunque agosto sea el mes más cruel.
Sandra Lorenzano, Vestigios (fragmento)
Para muchos la poesía es un género difícil, requiere permitir que el texto nos hable. La poesía tiene mucho de autobiográfico, es la voz desnuda, y contiene una gran dosis de realidad, de tu historia, de lo que eres.
Narradora y ensayista, escritora de poesía Sandra Lorenzano –también Vicerrectora Académica del Claustro de Sor Juana– presentó en la librería Bella Época, de Fondo de Cultura Económica, su libro de poemas, Vestigios. Con un tono melancólico pero valiente, surgido del dolor por la muerte de su madre poco antes de la publicación de su novela Saudades, Vestigios refleja el ser más íntimo y profundo de la autora. El libro intenta llevar al lector al límite de un abismo y salir del mismo renovado.
Vestigios, explica la escritora argentina radicada en México, nace del silencio, el silencio marcado por las ausencias, por el amor y la reflexión y va hacia el silencio, pero un silencio de plenitud.
*Sandra Lorenzano “Vestigios” Editorial Pre-Texto, 2010 en las mejores librerías o en http//sandralorenzano.blogspot.com
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